¿Pueden ciertos smartphones causar problemas en España?

Una reciente advertencia desde Alemania ha despertado preocupación entre viajeros que planean visitar España. El foco está en un tipo muy específico de smartphones: los Google Pixel con el sistema operativo GrapheneOS. Este sistema, orientado a la privacidad extrema, ha llamado la atención de algunas autoridades europeas.

GrapheneOS es una alternativa de código abierto a Android, centrada en la seguridad. Muchos expertos lo elogian por ofrecer herramientas de protección avanzadas, como control detallado de permisos, eliminación de rastreadores y cifrado mejorado. Sin embargo, esas mismas cualidades también han generado suspicacia en ciertos contextos.

En España, según medios alemanes, portar un móvil con GrapheneOS podría levantar sospechas legales. ¿Por qué? Porque su uso está asociado a usuarios altamente preocupados por la privacidad o, en algunos casos, por perfiles considerados de “riesgo”. Aunque no existe ninguna ley que prohíba este tipo de smartphones, el simple hecho de llevar uno podría llamar la atención en controles fronterizos o investigaciones.

Este caso abre un debate relevante sobre hasta qué punto la búsqueda de privacidad tecnológica puede volverse un problema. Muchos usuarios solo quieren proteger sus datos, sin intenciones ilegales. Sin embargo, el uso de herramientas poco comunes —aunque legítimas— puede generar malentendidos.

La clave está en el equilibrio: defender el derecho a la privacidad sin comprometer la transparencia ni alimentar sospechas injustificadas. Al final, los smartphones son una extensión de nuestra identidad digital. Y como tal, deben poder adaptarse a distintos niveles de protección sin criminalizar al usuari